Las asignaciones internacionales requieren de trabajadores que no solo tengan los conocimientos y habilidades laborales requeridos para el puesto en el destino, sino también una sólida salud mental.
El bienestar mental de los asignados internacionales es, pese a su importancia, un aspecto fundamental que antes no se tomaba en cuenta. Hoy en día, ya nadie duda del papel de las empresas a la hora de proteger la salud mental de sus empleados, lo que sirve para fortalecer sus equipos y obtener un mayor rendimiento, por lo que no solo interesa al trabajador, sino también a la compañía.
Dado que el choque cultural, la soledad y el estrés pueden impactar profundamente en la salud mental de los asignados internacionales, las compañías deberían estar atentas a los síntomas que se pueden presentar y que tomen medidas para apoyar el bienestar de los trabajadores destinados a otro país. Estos son algunos de los aspectos a tomar en cuenta:
El choque cultural
Adaptarse a una cultura diferente puede ser abrumador para los asignados internacionales, especialmente en los comienzos. Las diferencias en el idioma, las costumbres y la forma de trabajar, así como el hecho de tener que enfrentarse a normas sociales distintas, pueden generar ansiedad en el empleado. Si estos sentimientos evolucionan, el choque cultural puede afectar a la autoestima y la confianza de los asignados internacionales, así como a su capacidad para adaptarse y funcionar eficazmente en su nuevo entorno.
La soledad y el aislamiento
La sensación de soledad y aislamiento es otra de las características que comparten muchos asignados internacionales. Estar lejos de amigos, familiares y las redes de apoyo habituales puede provocar sentimientos de aislamiento y un cierto grado de alienación social. En este sentido, la falta de conexiones significativas para el trabajador puede afectar negativamente a su estado de ánimo y su salud mental, especialmente en el periodo de adaptación o cuando surgen las primeras dificultades en el puesto de trabajo o en su vida social.
El estrés de la adaptación
Adaptarse a un nuevo entorno laboral y social puede resultar una tarea muy estresante. Los asignados internacionales se enfrentan la presión de cumplir con las expectativas laborales al tiempo que se ajustan a nuevas formas de trabajar y relacionarse con los compañeros. El estrés en el periodo de adaptación puede manifestarse en forma de ansiedad, irritabilidad, insomnio y otros problemas de salud mental si no se aborda adecuadamente.
Medidas para el bienestar psicológico
Las empresas desempeñan un papel fundamental a la hora de apoyar el bienestar mental de sus empleados expatriados. Los programas de orientación cultural antes de la asignación pueden ayudar a preparar a los asignados internacionales ante esta nueva etapa de su carrera. Además, la organización debe proporcionar al empleado el acceso a servicios de salud mental, como terapia y asesoramiento, que pueden ser de gran ayuda para los trabajadores, incluso aunque no presenten síntomas de necesitarlo.
Redes de apoyo y comunidad
Fomentar la creación de redes de apoyo entre los asignados internacionales puede ayudar a mitigar la sensación de soledad y aislamiento que es tan frecuente entre quienes abandonan su país de origen para trabajar en el extranjero. La compañía puede organizar actividades y eventos sociales que fomenten la interacción entre colegas, para crear en el trabajador recién llegado un sentido de pertenencia y conexión clave en su bienestar emocional.
Flexibilidad laboral y conciliación
Ofrecer flexibilidad laboral y promover un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal puede ayudar a reducir el estrés de los asignados internacionales. La compañía puede facilitar horarios de trabajo flexibles, o días libres adicionales para viajar o pasar tiempo con la familia, así como apoyar actividades extracurriculares que contribuyan a que el empleado se muestre más cómodo en su nuevo país de acogida.
Sensibilización y formación
La sensibilización y la formación sobre temas de salud mental contribuyen a crear una sólida política de apoyo al trabajador dentro de la empresa. Capacitar a los trabajadores para reconocer las señales de estrés emocional, además de proporcionar recursos y un apoyo adecuado, marca la diferencia entre una u otra compañía de vocación internacional.
Apoyo durante la asignación internacional
El apoyo no debe limitarse únicamente al espacio de tiempo inmediatamente anterior y posterior a la expatriación. Las empresas pueden implementar programas de seguimiento y apoyo continuado durante toda la duración de la asignación internacional, lo que podría incluir sesiones regulares de orientación, grupos de apoyo entre compañeros expatriados y acceso a recursos de salud mental en el lugar de trabajo o a través de servicios online, entre otras posibilidades.
Resiliencia y crecimiento personal
Además de abordar los desafíos específicos de la salud mental, las empresas pueden promover la resiliencia y el crecimiento personal entre los asignados internacionales, brindándoles oportunidades para el desarrollo profesional y personal. Es fundamental fomentar una mentalidad de aprendizaje y adaptabilidad, que se englobe dentro de un clima de confianza y optimismo.
Integración de la diversidad y la inclusión
La diversidad y la inclusión desempeñan un papel crucial en el bienestar mental de los expatriados. Las empresas deberían promover un ambiente inclusivo que celebre la diversidad cultural y respete las diferencias individuales. Además de crear un entorno de trabajo más acogedor para los asignados internacionales, estas acciones también fomentan un sentido de pertenencia, conexión y cohesión del equipo en su conjunto.
Evaluación y mejora continua
Es importante que las empresas evalúen regularmente la efectividad de sus programas de apoyo al bienestar de los asignados internacionales y realicen ajustes según sea necesario. Contar con el feedback de los empleados expatriados y monitorear los indicadores clave de salud mental ayudará a identificar áreas de mejora y garantizará que se tienen en cuenta sus necesidades.
