Las asignaciones internacionales son una herramienta cada vez más presente en aquellas empresas que buscan consolidarse en mercados con un alto potencial de crecimiento. Pero, aunque las economías emergentes presentan grandes oportunidades, también vienen acompañadas de ciertas dificultades que hay que solventar para que la operación tenga éxito, tanto en el plano empresarial como en el personal.
Objetivos en economías emergentes
Las asignaciones internacionales tienen un papel muy destacado en la expansión y desarrollo de las operaciones comerciales de las empresas que buscan una proyección en el extranjero. La rápida expansión de países con economías emergentes, como Brasil, India, México, Sudáfrica o Turquía ha incrementado la demanda de talento cualificado para gestionar nuevos proyectos, introducir tecnologías avanzadas o reforzar las relaciones comerciales en estos mercados.
Las asignaciones internacionales en estos países ayudan a alinear las operaciones locales con la estrategia y cultura corporativa de la empresa matriz, facilitando una integración efectiva y fortaleciendo el compromiso de los empleados locales con los objetivos generales de las organizaciones.
En este sentido, uno de los principales objetivos de las asignaciones internacionales en mercados emergentes es la transferencia de conocimientos y habilidades técnicas. Muchas economías emergentes carecen de profesionales experimentados en áreas específicas, por lo que las empresas transfieren personal que puede aportar conocimientos especializados y acelerar el desarrollo de sus filiales en estos países.
Otro objetivo es impulsar el desarrollo de líderes locales. Al trabajar en estrecha colaboración con los empleados locales, los asignados internacionales pueden transmitirles las prácticas y valores organizacionales, preparándolos para ocupar puestos de liderazgo. Este proceso no solo fortalece la operación local, sino que también apoya la sostenibilidad de la empresa a largo plazo, al construir una base de talento autóctono capacitado.
Retos que se deben asumir
Si bien las asignaciones internacionales en economías emergentes ofrecen ventajas significativas, también plantean una serie de retos y riesgos asociados a diferentes planos que las compañías que envían a asignados internacionales a estos destinos deben asumir. Uno de los más importantes es la inestabilidad política y económica que afecta a estos países. Factores como cambios constantes en la regulación o la falta de un equilibrio económico y político pueden afectar el éxito de la asignación.
Además, en algunos casos, las economías emergentes pueden estar expuestas a fluctuaciones en los mercados globales que impactan en su estabilidad, lo cual representa un riesgo para la continuidad de las operaciones. Ante este contexto, las empresas deben prever estos riesgos, informarse sobre las políticas legales y fiscales en el destino, y tener previsto un plan de contingencia que permita responder rápidamente ante las circunstancias cambiantes.
Por otro lado, en algunas economías emergentes, los altos niveles de criminalidad y el hecho de contar con una infraestructura sanitaria limitada pueden convertirse en un hándicap para establecer una asignación internacional, además de ser motivo de preocupación constante para los asignados internacionales y sus familias.
Cuando esto ocurre, las empresas deben invertir en programas que incluyan capacitación en temas de seguridad, seguros médicos privados y acceso a servicios de emergencia especializados. Además, proporcionar apoyo psicológico a los trabajadores desplazados y sus familias puede ayudar a reducir el estrés que implica adaptarse a un entorno de mayor riesgo.
Otros desafíos que tener en cuenta
La adaptación cultural es un aspecto crucial para el éxito de una asignación internacional en economías emergentes. La cultura laboral, los estilos de liderazgo y las normas sociales pueden ser muy diferentes a los del país de origen de los asignados internacionales, lo cual puede generar malentendidos y afectar la integración laboral del trabajador.
Para facilitar esta adaptación, muchas empresas ofrecen programas de capacitación intercultural antes del desplazamiento y durante los primeros meses en el nuevo país. Además, las organizaciones deben fomentar el aprendizaje del idioma local, lo que permitirá al trabajador establecer relaciones de confianza con los empleados y socios locales, aumentando la probabilidad de éxito de la operación.
Hay que tener en cuenta también que las economías emergentes presentan diferentes retos logísticos y financieros que deben ser considerados cuando se planifica la estrategia. En muchas regiones emergentes, la infraestructura de transporte, conectividad y servicios puede ser limitada. Esto dificulta la movilidad, el acceso a ciertos recursos y la disponibilidad de servicios básicos, afectando tanto al rendimiento del asignado internacional como a su bienestar personal.
En estos casos, las organizaciones deben hacer frente costos que garanticen una vivienda adecuada, traslados seguros y acceso a servicios médicos de calidad. Por otro lado, la volatilidad económica puede afectar al poder adquisitivo de los asignados internacionales, lo que implica ajustar los paquetes de compensación para que puedan mantener un nivel de vida adecuado.
Estrategias para el éxito
Las empresas con políticas de asignación internacional en economías emergentes deben adoptar estrategias que permitan optimizar los beneficios y reducir los riesgos. Además de la formación previa a la asignación, ofrecer apoyo continuo al asignado internacional durante su estancia en el destino permite resolver los problemas que puedan surgir y ayuda a mantener la motivación del empleado. Esta estrategia puede incluir desde la designación de un mentor en el país de destino, a programas de mentoría intercultural, pasando por apoyo en la integración familiar.
Por otra parte, también será necesario desarrollar políticas de compensación flexibles para responder a las necesidades específicas de cada asignación en un país emergente. Esto engloba el ajuste de salarios a la inflación local, beneficios adicionales para garantizar seguridad y bienestar, y compensaciones adicionales para afrontar condiciones de vida más adversas. En cualquier caso, estas políticas deben revisarse periódicamente para asegurar que sigan siendo competitivas y estén adecuadas a cada situación.
Por último, es fundamental acometer una planificación de contingencias, lo que permitirá la empresa y al asignado internacional responder de manera rápida y efectiva ante imprevistos, como emergencias de salud o situaciones políticas o sociales adversas. En estos casos, y para asegurar el éxito a largo plazo de la asignación internacional, es importante que las empresas implementen un plan de repatriación efectivo, que contemple el regreso del trabajador a su hogar y su reintegración en la organización. Así, un proceso de repatriación bien gestionado asegura que el asignado internacional pueda aplicar los conocimientos adquiridos en el mercado de origen, maximizando el retorno de la inversión en la asignación.