Realizar una selección adecuada de candidatos en asignaciones internacionales y proporcionarles la información necesaria y una formación adecuada son aspectos fundamentales para garantizar tanto el éxito de la misión como el bienestar del empleado que comienza una nueva etapa laboral en otro país.
Proceso de selección
Una de las claves que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de una asignación internacional es la selección del candidato adecuado. No se trata solo de evaluar las habilidades técnicas y profesionales de los empleados, sino también su capacidad para adaptarse a una nueva cultura y asumir los retos profesionales en un nuevo destino, con nuevos compañeros de trabajo, y lejos de su entorno familiar y social.
A la hora de seleccionar al profesional adecuado para una asignación internacional, las organizaciones deben considerar una serie de factores, entre ellos la experiencia previa del candidato en roles similares, su capacidad de liderazgo, sus competencias interculturales y el dominio de idiomas que pueden ser relevantes en su nuevo destino. También su capacidad de adaptación a nuevos entornos y la motivación para asumir un nuevo reto profesional.
Para lograr encontrar al candidato perfecto es necesario contar con una estrategia que permita una correcta evaluación. En este sentido, es esencial llevar a cabo entrevistas exhaustivas y las evaluaciones oportunas que permitan medir la idoneidad del candidato para la asignación. Además, es recomendable consultar referencias y antecedentes laborales para obtener una visión más completa del perfil del candidato, y asegurarse de que cumple con los requisitos y expectativas de la empresa para la asignación internacional.
Preparación, información y formación
Una vez seleccionado el candidato, y tras informarle pormenorizadamente de todo lo que concierne a sus nuevas tareas profesionales, retribuciones y otras cuestiones meramente laborales, una vez que la empresa tenga una respuesta positiva por parte del trabajador será necesario proporcionarle una preparación adecuada para llevar a cabo el proceso de asignación internacional con plenas garantías de éxito. En este sentido, la formación intercultural es fundamental para ayudar al empleado a entender y adaptarse a las diferencias culturales, normas sociales y expectativas laborales del país de destino.
Esta formación puede incluir cursos sobre habilidades de comunicación o gestión de equipos multiculturales, pero también información sobre aspectos legales y fiscales del país de destino y todos los datos que puedan resultar de utilidad para que el asignado internacional tenga una transición a su nuevo destino lo más suave posible, lo que derivará en un mayor rendimiento en su puesto de trabajo.
Algunas empresas ofrecen sesiones de coaching personalizado para ayudar al empleado a gestionar el estrés que puede suponerle su nueva vida en el extranjero, mientras que otras prefieren enfocar sus recursos en contratar a una empresa como Hasenkamp, que puede ocuparse de todo lo que el trabajador va a necesitar en su nuevo desempeño profesional en el extranjero.
Es importante que el empleado, incluso antes de tomar una decisión acerca de la asignación internacional, tenga en su poder información práctica sobre el país de destino, lo que debe incluir aspectos como posibilidad de alojamiento, seguros médicos, colegios para sus hijos, transporte y seguridad. Esta información ayudará al profesional a tomar una decisión informada y, posteriormente, planificar su traslado y conseguir una adaptación más fácil a su nuevo entorno.
Apoyo durante la asignación
Una vez en el país de destino, el apoyo continuo por parte de la compañía es esencial para garantizar el éxito de la asignación internacional. Esto incluye ofrecer asesoramiento, apoyo y asistencia en cualquier aspecto relacionado con el alojamiento, la salud y la seguridad familiar, así como el networking profesional.
Es importante que en el transcurso de la asignación internacional permanezcan abiertos todos canales de comunicación basados en la transparencia, para que el empleado se sienta libre de compartir su experiencia, preocupaciones o necesidades con la empresa y recibir el apoyo necesario por parte de ésta en el caso de enfrentar dificultades personales o laborales. Esta estrategia puede incluir la asignación de un mentor en el país de destino, que pueda ofrecer orientación y apoyo al empleado durante su estancia, y actuar como nexo entre el trabajador y la empresa.
Además, es fundamental mantener un seguimiento regular del asignado internacional para evaluar su progreso, identificar cualquier problema que pueda surgir y ajustar la estrategia de apoyo según sea necesario. Esto ayudará a asegurar que el empleado se sienta respaldado y motivado para cumplir con los objetivos propuestos en la asignación internacional.
Al invertir en la selección correcta y ofrecer una formación y apoyo adecuados, las empresas pueden maximizar las posibilidades de éxito de sus asignaciones internacionales y garantizar el bienestar y desarrollo profesional del empleado, bajo el objetivo no solo que sea útil en el tiempo que dure su estancia en el extranjero, sino también conseguir el beneficio de su experiencia a su regreso. Al hacerlo, las organizaciones pueden crear una base sólida para el éxito de sus operaciones globales y el desarrollo de su talento humano.
